El desangelado Metropolitano en un inicio pronto empezó a llenarse y, con él, el saco de la ilusión con un equipo encomendado a Julián Álvarez, con un derechazo a la escuadra que levantó al estadio. Griezmann confirmó la victoria con un doblete que sólo se empañó, momentáneamente, por el gol de penalti de un Slovan encerrado en su área salvo contados arreones.

Tras su primer gol de la temporada ante el Sevilla, Simeone apostó por Samu Lino, de nuevo, en el once titular, en sustitución de Gallagher. Era la única novedad de un Atleti que comenzaba el duelo ante el Slovan con las gradas del Metropolitano con un aspecto digno del frío presente en la tarde del miércoles debido a la hora de comienzo de partido (18:45 horas).

Frío también empezó el encuentro, sin ocasiones ni siquiera aproximaciones peligrosas más allá de algún centro esporádico de Marcos Llorente. El Slovan, perpetrado con los diez jugadores de campo por detrás del balón dejaba sin espacios, constantemente al equipo dirigido por Simeone y también, con combinaciones, intentaban desarbolar esa maraña encallada sobre la frontal, eso sí, sin encontrar remates claros.

A falta de brillantez colectiva, negada por el rival y su línea de cinco en defensa, fue la gran inversión del verano, Julián Álvarez, quien, cerca del pico del área, lanzó un derechazo al palo largo, que dejó la escuadra sin telarañas para levantar a un Metropolitano ya prácticamente lleno y adelantar a los rojiblancos a los 16 minutos.

Comenzaba a destejerse la defensa eslovaca, dejando paso, cada vez más, a combinaciones preciosistas con Julián y Griezmann, inspirados y en busca de la portería rival pero, hasta el momento, sin más acierto que el del gol. También pudo mantener con vida a su equipo Barseghyan, tras un balón perdido en el medio campo y estrellar su disparo en el larguero de Oblak, en uno de los pocos despistes defensivos de los locales.

Intentaron capitalizar la banda derecha entre Giuliano y Llorente, cada vez más sincronizados y con sucesiones de pases en busca de un nueve que, con Sorloth en el banquillo, no encontraban rematador por alto. Oblak comenzaba a desesperarse con sólo la segunda ocasión clara del Slovan, esta vez en botas de Strelec, que centraba al palo largo, sin acierto, desbordando a Giménez con claridad.

Levitando sobre su marca, ‘el principito’ Antoine Griezmann remató el balón que bajó con nieve tras el centro de Llorente para devolver el calor al Metropolitano, deleitado con cómo sus dos grandes figuras, enrachadas, dejaban muy cercana la clasificación directa a octavos de final. El delirio era tal que hasta Lino llegaba en posiciones de nueve a los centros laterales, sin conseguir rematar, desde la banda derecha, convertida en coladero para el Slovan.

Con sufrimiento -breve-, pero ganando

Tras el descanso llegó el cambio de Koke por Barrios y, a los tres minutos, con un centro lateral, el árbitro decretó penalti, a instancias del VAR, por un leve roce de Lenglet a Strelec al intentar despejar, llegando tarde y trastabillando al delantero. El propio Strelec engañó a Oblak, disparando a su lado de seguridad, y recortando distancias.

Pronto trataba de revertir la decepción Julián Álvarez con un gran desmarque y una definición que se fue fuera por poco. No obstante, parecía otro partido. El Slovan crecía, con más presencia en campo rojiblanco y las dudas crecían en el lado atlético. De banda a banda y con Lino encontrando a Griezmann en el corazón del área tras un chut desviado, el francés batió a Takac para devolver la fiesta, en el minuto 57, a la grada local.

Los destellos de Julián dejaban vislumbrar, con tres defensas a su paso y un control de puro funambulista, el porqué de su contratación: precisión y peligro constante a su alrededor. Simeone regaló la ovación de la grada a los protagonistas de la tarde, a falta de 20 minutos, dando entrada a Sorloth, Gallagher y Riquelme por Griezmann, Julián y Lino, pensando ya en los últimos encuentros de 2024. Con esa tímida relajación llegaron los últimos arreones, jaleados por el orgullo, del Slovan que llegó a generar alguna ocasión de peligro, sin éxito.

Cerca de los ocho primeros

La décima victoria consecutiva del Atlético de Madrid deja al equipo con 12 puntos, los mismos que el Bayern de Múnich, y con sólo la visita del Bayer Leverkusen y el desplazamiento a Salzburgo, ya en enero para cerrar la primera fase. Una primera fase que, dado el gran estado de forma actual, deja al conjunto rojiblanco con todas las opciones de terminar entre los ocho primeros y avanzar, de manera directa, a los octavos de final.